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10 consejos para pacientes con dermatitis atópica

En nuestra primera entrada nos centraremos en la dermatitis atópica, ya que ha sido objeto de numerosas consultas por parte de los padres que nos han visitado.

La dermatitis atópica es una enfermedad de larga duración e inflamatoria de la piel, que suele desarrollarse en las primeras etapas de la infancia.

Generalmente va mejorando, o incluso desaparece a lo largo de los años; aunque en algunos casos continúa.

Se alternan periodos en los que la piel está seca pero no presenta lesiones con periodos en los que la piel se vuelve más reseca, está enrojecida e inflamada y se siente picor.

Aunque la dermatitis atópica no suele ser una enfermedad grave de por sí, origina una serie de trastornos muy molestos, como picor, problemas de sueño, alteraciones psicológicas e, incluso, en los casos severos puede ocasionar absentismo escolar o incapacidad laboral.

Existen muchos factores desencadenantes que empeoran la dermatitis atópica; entre los más frecuentes en la vida diaria se incluyen algunos tipos de jabón o geles de baño o diversos alérgenos (polen, polvo, pelo de animales, etc., o la alergia a determinados alimentos), así como las infecciones y el estrés.

La Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica (ADEA) ha preparado un documento, escrito por cinco expertos europeos, con consejos prácticos para que los padres puedan ayudar a sus hijos en el manejo de la enfermedad.

Estos consejos se presentan resumidos en nuestro primer artículo:

1-Prevenir

Vamos a proporcionar consejos para ayudar a identificar los desencadenantes de la aparición de brotes de dermatitis atópica, y así intentar prevenirlos. Los brotes se pueden relacionar con desencadenantes específicos, no obstante, algunos brotes no se pueden evitar incluso con el mejor cuidado y tratamiento, por lo que los padres no deben culparse a sí mismos cuando aparecen brotes en sus hijos.

2-Informa al profesor

Los padres deben informar al personal de la guardería o profesores del colegio sobre la dermatitis atópica de sus hijos, incluyendo las medidas que se están tomando para evitar la aparición de brotes, las cremas hidratantes o jabones de mano especiales que lleva para usar en el colegio, etc. proporcionando una lista de sustancias o de actividades que el niño debe evitar.

3- Elije bien las prendas de vestir

Lo mejor es evitar prendas ajustadas, ásperas o que arañen, o llevar demasiado abrigo (el sobrecalentamiento y la sudoración irritan la piel). El algodón y las mezclas con algodón son las mejores opciones, mientras que la lana y algunos sintéticos pueden irritar la piel. Se deben quitar las etiquetas interiores de las prendas.

4- Conciencia a tu hijo

Es importante que los niños vayan tomado el control en el manejo de la dermatitis atópica según van haciéndose mayores, por lo que se les debe enseñar cómo llevar a cabo las medidas para prevenir los brotes, y recordárselo de forma periódica. Por ejemplo, deben saber que siempre tienen que darse una ducha, y posteriormente hidratar su piel, después de hacer natación o practicar deporte; que deben evitar rascarse; que continuamente deben usar cremas hidratantes; o que deben seguir tomando acciones preventivas incluso cuando se sienten bien.

5-Mantén el rascado bajo control

El niño siempre debe tener cortas las uñas, para minimizar el daño en la piel con el rascado. Si se rascan por la noche, se pondrán unos guantes suaves para dormir con ellos. Los niños pueden intentar calmar el picor pellizcándose la piel en lugar de rascarse, o colocando un objeto frío sobre la zona irritada.

6-No te olvides de las estaciones del año

Tanto el aire acondicionado como la calefacción secan la piel, por lo que la rutina de hidratación debe mantenerse a lo largo de todo el año. En los días fríos las actividades o juegos deben practicarse en el interior. Se deben evitar temperaturas muy calientes (los termostatos deben ponerse a 20 C). Cuando los niveles de polen estén elevados se bañará al niño por la noche para eliminarlo antes de la hora de dormir. En los días soleados, se utilizarán cremas con filtro solar adecuadas para pieles sensibles.

7-Hidratar, hidratar, hidratar

El uso frecuente de cremas hidratantes previene la sequedad de la piel y que ésta se lesione.Los profesionales sanitarios informarán a los padres sobre qué productos serían más adecuadas para su hijo. En la jerga médica se llaman emolientes y se presentan en distintas formas (como cremas, geles y pomadas) y formulaciones. Si una crema no es efectiva en un niño, se probará con otras hasta encontrar la más adecuada. El niño debe llevar la crema hidratante a la guardería o colegio, para poder aplicarla cada vez que la piel se reseque o después de actividades como la natación.

8-Atención a la comida

Ciertos alimentos pueden desencadenar la aparición de eccema en aproximadamente el 10% de los niños. Leche, huevos, cítricos, chocolate, cacahuetes y algunos colorantes son los alimentos más problemáticos. Si se sospecha que un alimento está causando la aparición del brote, debe comentarse con el pediatra, para que solicite las pruebas necesarias.

9-La hora del baño

La temperatura del cuarto de baño no debe ser muy alta. El agua estará tibia. El baño se realizará una vez al día y no se prolongarán durante más de 20 minutos. Es preferible la ducha (excepto cuando se van a administrar productos hidratantes disueltos en el agua). Se utilizarán productos hidratantes especiales, hipoalergénicos y sin fragancia; evitándose los productos con jabón. El secado se realizará cuidadosamente con toalla, sin frotar la piel. Después del baño se aplicará una crema hidratante.

10-Vacunas

No existen contraindicaciones para que los niños con dermatitis atópica reciban el calendario vacunal completo (excepto en los niños con alergia a proteínas de huevo, que no podrán recibir vacunas que las contengan). La vacuna de la varicela está especialmente indicada si no se ha padecido la enfermedad. No deben administrarse vacunas con virus vivos (poliomielitis, sarampión-parotiditis- rubéola, varicela) si se siguen tratamientos con corticoides por vía oral o intramuscular.