
Esta semana en nuestro artículo vamos a hablar sobre un tema muy frecuente en las consultas de la farmacia, el estreñimiento, que es una situación que es extraordinariamente usual en nuestra sociedad.
Se habla de estreñimiento cuando disminuye la frecuencia de defecaciones y/o se reduce el volumen de las heces. Sin embargo también se habla de estreñimiento cuando la consistencia de las heces es pétrea, aunque no sea del todo correcto.
«En España la media de deposiciones a la semana es 7, es decir, una al día.»
El estreñimiento es muy común en la población y puede ser causa de molestias, a veces incluso es socialmente incapacitante. Afecta sobre todo a las mujeres y, en especial entre los 20 y 35 años, y a partir de los 60. España es el país Europeo con mayor incidencia de estreñimiento, ya que afecta al 20% de la población, correspondiendo entre un 75% y un 90% de los casos a mujeres.
Los motivos que explican esta gran diferencia entre sexos en relación con el estreñimiento son múltiples y van desde la predisposición biológica de la mujer (factores hormonales, embarazo y múltiples partos) y su estilo de vida en general más sedentario, hasta unos hábitos dietéticos incorrectos (insuficiente consumo de verduras, fruta y legumbres). También influyen factores psicológicos como la ansiedad y depresión.
En ancianos también es especialmente común ya que se pierden los hábitos establecidos. Además el consumo insuficiente de líquidos junto con la escasez de ejercicio físico y abuso de laxantes hacen que el estreñimiento se acentúe en esta etapa.
Los niños pequeños y los adolescentes no tienen una tendencia manifiesta hacia el estreñimiento. Después del parto la frecuencia de defecación tiende a disminuir con la edad. En un recién nacido la frecuencia es de unas 4 veces al día, reduciéndose hasta una media de poco más de una vez al día, a los 4 años de edad.
CAUSAS
Son muy variadas, siendo frecuentes las debidas al propio estilo de vida. Resumiendo, podemos decir que las causas del estreñimiento suelen ser la dieta, la existencia de hábitos defecatorios inadecuados y los viajes.
Las dietas ricas en grasas de origen animal (carnes rojas, productos lácteos, huevos) y en azúcares simples (dulces), pero pobres en fibra (verduras, frutas, cereales integrales) son factores implicados frecuentemente en el estreñimiento crónico.
Está demostrado que las dietas ricas en fibra producen defecaciones mayores y más frecuentes y, por lo tanto, menos estreñimiento. También hay estudios en los que se ha constatado que una dieta regular rica en fibra reduce significativamente el cáncer de colon.
El estreñimiento puede ser provocado por aguantar reiteradamente la sensación defecatoria. Esto suele tener un origen socio-cultural y les sucede a algunas personas que sienten escrúpulos para utilizar los servicios públicos, o que desarrollan una actividad laboral prolongada, continuada e intensa. Igualmente, algunas personas experimentan estreñimiento tras la realización de largos viajes, aunque el origen del problema parece radicar en cambios en el estilo de vida, de dieta y de agua de bebida.
Al margen de las anteriores causas, el estreñimiento puede estar asociado a patologías orgánicas, donde las más comunes son: lesiones de colon, síndrome de intestino irritable, alteraciones musculares, lesiones de recto, lesiones de ano, trastornos metabólicos, endocrinos, daños neurológicos o medicamentos (analgésicos opioides, atropina, algunos antidepresivos, antiparkinsonianos etc).
TRATAMIENTO
La mejor forma de tratar el estreñimiento es prevenir su aparición.
- Realizar ejercicio físico suave regularmente.
- Ir al baño en cuento sintamos la necesidad.
- Apoyar los pies en un taburete para simular una postura de cuclillas.
- Reservar un tiempo para la evacuación y estar relajado, sin prolongar innecesariamente este tiempo.
- Aumentar el consumo de líquidos y fibras vegetales en nuestra dieta.
El tratamiento farmacológico del estreñimiento es sólo un complemento que actúa de manera sintomática. Algunos de los tratamientos farmacológicos son existentes son:
- Incrementadores de la masa intestinal (bolo intestinal), como el fucus y el plantago:
Al aumentar el volumen de las heces se favorece el movimiento intestinal y la evacuación. Son los laxantes que más se aproximan al mecanismo fisiológico de la evacuación, y los más recomendados inicialmente. Actúan a las 12-24 horas, y es recomendable que se beba abundantes líquidos para mejorar su acción.
- Emolientes o suavizantes:
Actúan captando agua y ablandan las heces para eliminarlas con más facilidad.
- Lubricantes del contenido fecal:
Recubren las heces de una capa espesa de aceite que impide que el agua contenida en las heces, se absorba.
- Agentes osmóticos:
Disminuyen la consistencia, favoreciendo su tránsito y eliminación. Aquí se encuentra la tan usada lactulosa (Duphalac, por ejemplo).
- Salinos:
Algunos de estos salinos se emplean en forma de enemas, aumentan la presión osmótica en el interior del intestino, y el organismo responde agregando agua al interior del mismo.
Estos suelen ser los más usados, aunque además de estos tipos, contamos también con más variedad de estrategias, como estimulantes de la mucosa intestinal, derivados del ricino etc.
En cualquier caso, en una situación de estreñimiento, su médico o farmacéutico puede aconsejarle sobre que estrategia seguir, ya que cada caso es particular y ha de afrontarse de forma distinta.
[…] Como comentamos en el artículo de la semana pasada, los cambios nutricionales en nuestra rutina diaria pueden ocasionar estreñimiento. Si el problema surge como consecuencia de los excesos, debemos utilizar plantas que favorezcan la motilidad intestinal ( el movimiento del intestino). Una de ellas son las hojas y las semillas de sen, ampliamente conocidas como laxantes. Como hemos ido advirtiendo, no han de tomarse en altas dosis, ni durante mucho tiempo, además no deben tomarla embarazadas, madres lactantes, ni los pacientes con hemorroides o fisuras anales. […]